Semana Santa es la primera gran vacación en nuestro calendario. Para algunos es el momento para reafirmar su fe, para otros significa reencontrarse y compartir con la familia. Sin importar cuál sea nuestro caso, este período está lleno de tradiciones, muchas de estas nos recuerdan al hogar, a nuestra infancia y, por supuesto, a nuestros seres queridos. Hagamos un ejercicio de memoria, ¿cuántas veces no peleamos con nuestras mamás y abuelas porque no queríamos comer los típicos rellenos de pescado? ¿Cuántas veces no le dijimos a nuestras abuelas que quitara las películas religiosas porque queríamos ver tele?
Aunque no seamos grandes admiradores del cambio, lo cierto es que el tiempo pasa y esto lleva a transformaciones unas más drásticas que otras. De repente nos vemos cocinando con nuestras propias manos aquellos platillos que detestábamos y juramos jamás comer. Suena irónico, sí. Pero así funcionan las tradiciones.
Crecer implica darse cuenta que estas van más allá de si nos gustan o no. Es ahí donde descubrimos que lo que realmente importa de estas prácticas es ver las sonrisas de nuestras abuelas, mamás o papás, es tener una excusa para reunirse con tus primos y poder dejar de lado nuestras responsabilidades y preocupaciones para disfrutar con nuestras personas favoritas.
La Semana Santa por supuesto tiene un significado religioso en lo colectivo, pero en lo individual, para muchos de nosotros, esta época significa estar con la familia, compartir la mesa, hacer alfombras juntos o seguir las procesiones para detenernos a mitad del camino en una pupusería con el fin de recuperar energías. Durante esta semana anhelamos y vemos con nostalgia el pasado. Recurrimos a esas tradiciones tan propias de la época no por devotos, sino por el afán de volver a estar o sentir cerca a los nuestros.
Mantener vivas las tradiciones que no entendíamos o renegamos de pequeños, es una forma de mantenernos unidos a esos familiares que tal vez ya no están con nosotros, pero que a través de la cocina, las alfombras o las procesiones podemos recuperarlos por un par de días.