La gastronomía salvadoreña ha probado que además de deliciosas es sin duda versátil. No solo por su fusión de sabores, sino por la capacidad de hacer algo simple y cotidiano en un manjar digno de todos los reflectores. Si esto no es suficiente, la hora nunca ha sido el problema, ya que los mejores lugares saben que aunque el sabor es importante, no hay nada como estar disponible para los comensales nocturnos mientras todos los demás duermen.
Así es como la creatividad se tomó la cocina y la hora de cierre se aplazó (o incluso se eliminó). Hay quienes descubrieron que menos es más y tomaron lo que estaba en la cocina dándonos los famosos panes con frijoles, huevo, queso, plátanos y más. Algo que parece tan simple, terminó por convertirse en un antojo de madrugada que ya no necesita esperar hasta llegar a casa. Asimismo nos encontramos con las famosas tortas, una fusión entre la comida típica mexicana con el toque único salvadoreño. Un platillo que puede comerse de día, pero que no queda exenta de disfrutarse de noche.
Por otro lado está el apetito más fuerte que exige un platillo mucho más fuerte, ¿y qué mejor forma de solucionarlo que con un buen asado. Contrario a lo que la gente cree, encontrar este banquete tan completo a altas horas de la noche no es nada complicado.
De este modo, y sumergidos en la oscuridad de la noche, es posible encontrarnos con verdaderas joyas de nuestra gastronomía. Desde panes con todas sus variantes hasta los asados más completos que puedas encontrar en la noche y madrugada. Estos lugares mantienen sus puertas abiertas para que aquellas criaturas nocturnas que pasean por las calles tengan el lugar idóneo para satisfacer esos antojos que no respetan la hora ni el lugar.