Descubre cómo puedes mantener vivas y hermosas a las orquídeas en el jardín de tu hogar. Cada paso es esencial para su supervivencia.
Cultivar orquídeas puede parecer una tarea complicada, pero con el cuidado adecuado, es posible disfrutar de su espléndida belleza en casa. Así lo asegura doña Gloría de Egan, tesorera de la Asociación Salvadoreña de Orquideología (ASO), quien desde hace 35 años ha convertido su hogar en un auténtico santuario de orquídeas.
En su jardín, con más de 70 especies de esta fascinante planta, doña Gloría no solo ha aprendido a dominar las técnicas de cultivo, sino que también ha cultivado una verdadera pasión por estas flores, que hoy día son el orgullo de su hogar.
“Cuando uno quiere tener plantas en casa debe saber que hay que dedicarles mucho tiempo, pues requieren paciencia y cuidado para no dejarlas morir”, destacó de Egan.
En ese sentido, el biólogo Ernesto García, explica que, aunque la orquídea tiene la capacidad de adaptarse a una amplia gama de hábitats, mantenerlas vivas requiere de mucho trabajo y dedicación.
“Es fundamental conocer la especie de orquídea que tenemos para poder determinar cuáles son las condiciones ambientales a las que ella está adaptada. Por ejemplo, no es lo mismo cultivar una orquídea que proviene de zonas altas y montañosas a tener una orquídea que habita en zonas más cercanas al nivel del mar, ya que una va a necesitar una mayor cantidad de humedad y temperaturas bajas, y la otra sí se puede adaptar a temperaturas más cálidas”, comentó García.
Factores clave
El experto revela que hay cinco factores clave que se deben seguir para cultivar orquídeas en casa: el tipo de riego, la humedad ambiental, la ventilación, la cantidad de luz y la fertilización.
“La iluminación en las orquídeas es bastante variable, de acuerdo con la especie y al tipo de hábitat en el que ellas se encuentran, pero sí deseamos tener en casa, vamos a ubicarlas en un espacio con una sombra parcial, donde la luz solar incide sobre ellas, pero de forma indirecta, es decir, bajo un árbol, una estructura o un invernadero”, agregó el biólogo.
Tanto doña Egan como el biólogo coinciden en que uno de los errores que cometen las personas es mantener las orquídeas en la sala, el baño o la cocina. En estos espacios no hay una correcta circulación de aire, por ende, ellas mueren en cuestión de días, así que recomiendan ubicarlas en espacios abiertos, por ejemplo: en las ventanas o el jardín.
Otro error es el exceso de agua, ya que no es necesario regarlas todos los días, sino solo cuando el sustrato esté seco, para evitar el estancamiento de agua. En general, se recomienda regarlas a primeras horas del día, antes de que salga el sol. En climas cálidos y secos se deben regar una o dos veces a la semana, mientras que en climas frescos o húmedos bastará con regarlas cada dos semanas.
Además, cada dos años se debe cambiar el sustrato (tierra preparada compuesta por una mezcla de materiales orgánicos e inorgánicos); sin embargo, es necesario hacerlo antes si la planta está enferma o si la tierra no drena bien el agua. Por último, se deben fertilizar cada dos o cuatro semanas, y podarlas una vez al año después de su floración.
Con estos prácticos consejos ya puedes incorporar estas hermosas plantas en tu jardín para que aporten frescura a tu hogar y te llenen de felicidad. Eso sí, asegúrate de seguir al pie de la letra las recomendaciones de los expertos.
