Un escape, una forma de comunicarnos o una catarsis. El arte llega, nos toca y sensibiliza para permitirnos experimentar emociones que nos conectan con los demás, especialmente con aquellos que comparten sus experiencias a través de ella.
Colores brillantes y un cúmulo de emociones, esa es la esencia de Fluctuaciones del Ser, la exposición de Daisy Margarita que se encuentra en exhibición en el Museo Forma. Desde el primer vistazo a las obras de Daisy es posible identificar el mar de emociones que esconde tras de sí. Y no es para menos, cuando esta exposición es el resultado de canalizar las emociones que la artista enfrentó a causa de su neurodivergencia.
Para Daisy, el arte significó una terapia. Un lugar donde podía plasmar lo que sentía, verlas desde otro ángulo, aceptarlas, soltarlas y pedirse perdón a ella misma. En sus propias palabras: “es la dualidad de la mente a través del arte”.
Las 21 piezas que conforman la exhibición responden a una narrativa. La historia de Daisy. Aunque no tiene porqué ser solo suya. Si bien el recorrido es personal, las intenciones de Daisy eran que cualquier persona que se detuviera a ver su obra pudiese identificarse.
El recorrido de las emociones
El viaje empieza con la obra “Dulces Sueños” y representa los patrones con los que ella identificó que algo no estaba bien. El dormir de más, perder la rutina, no estar conectada con la realidad. Es justo aquí donde comienza “una historia turbulenta y caótica”.
A partir de ahí vemos las distintas etapas que Daisy y sus obras atravesaron. Desde el miedo y la vergüenza, hasta la nostalgia y la aceptación.
La colección se encuentra dividida en dos. Por una parte están las emociones y sensaciones que pasaron por su cuerpo. Mientras que por el otro vemos el retrato de recuerdos y experiencias que, según Daisy, han sido distorsionados por su mente.
A pesar de ser una colección extensa, Daisy tardó solamente 10 meses en terminarla. Esto debido a la necesidad de mantenerse ocupada, llevándola a trabajar hasta en tres cuadros al mismo tiempo.
Para complementar este viaje, cada obra va acompañada por un texto que salió directamente del diario de Daisy, describiendo las sensaciones, los recuerdos, miedos y aquellas cosas que aprendió a querer y aceptar durante su recorrido.