Aunque digan que no existe la mala publicidad, no podemos negar que hay métodos más efectivos que otros para hacernos salir de casa y ver una película.
¿Qué es lo que nos mueve a ir al cine a ver una película? ¿Será su historia? ¿O es por su elenco? ¿Tal vez por su director o directora?
Aunque cada uno de estos puntos importe, es probable que hayamos pasado por alto un (no tan) pequeño detalle: el marketing cinematográfico. No es una sorpresa que durante el período de promoción de una película hayamos desarrollado la necesidad de verla solo por su publicidad. Desde la selección de su elenco, hasta su tráiler, absolutamente cada detalle ha sido planificado para generar expectativa en el público.
Las plataformas de streaming y nuevos hábitos de consumo
Tras una cuarentena como consecuencia de una pandemia global, las formas de consumo de películas han cambiado en todo el mundo. La idea de salir de casa e ir al cine era imposible, ocasionando que todos los estrenos se pausaran o migraran a las grandes plataformas de streaming.
Por lo que el crecimiento acelerado y masivo de de las campañas de promoción y expectativa en torno a películas no resulta para nada sorpresivo, a pesar de ser una práctica que se ha usado desde siempre en esta industria.
Luego de poco menos de dos años de pandemia, la industria cinematográfica volvió a abrir sus puertas. Y aunque esto era una buena noticia, todavía tendría que enfrentarse a dos grandes problemas: la crisis económica y las nuevas formas de consumo de las audiencias.
Salir o no de casa, esa es la cuestión
El encierro y el crecimiento de las plataformas de streaming nos hizo cuestionar la decisión de salir de casa para ver una película. ¿Por qué ir al cine y gastar cuando puedo disfrutar de una película desde la comodidad de mi casa? Si bien estas plataformas no son gratuitas, basta con un pago mensual para tener acceso a su amplio catálogo.
Por otro lado, la competencia cinematográfica en taquilla creció. Como consecuencia de la pausa en la producción por la pandemia, no es extraño que los estrenos de películas sean seguidos o, incluso, el estreno de dos películas un mismo día, como es el caso de Barbie y Oppenhaimer.
Esto pone al público en una encrucijada donde deben escoger en cuál película deciden gastar, y es aquí donde entra la importancia de la campaña de promoción. La cuestión entonces es lograr motivar al público por medio de la expectación a que salgan de sus casas y decidan ver sus películas en el cine por encima de otras.
@xpotsv ¿Qué hace que una película sea inolvidable? ¡La publicidad y el marketing juegan un papel fundamental! Explora cómo las campañas publicitarias nos seducen, crean expectativas y nos transportan a mundos de ensueño. ¡El cine se vive desde el primer tráiler! 🎥✨ #MiraloDistinto #BarbieGirl #oppenheimer
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Una gran campaña hace la diferencia
Algunos dicen que no existe la mala publicidad, pero muchas veces esto no basta para conseguir los objetivos de taquilla. Aunque una polémica o rumores entre el elenco durante el rodaje nos dejan picados y despiertan nuestra curiosidad por ver una película, es mejor pensar en grande.
Ejemplos claros de estos casos contrarios son Barbie (2023) y Don´t Worry Darling (2022). Mientras que la primera se ha esmerado en crear expectación entre el público por medio de trailers con referencias a películas de culto, atuendos icónicos en cada evento y un sinfín de materiales como entrevistas y declaraciones que solo hace que nuestra emoción crezca cada día más, sin dejar de lado el impacto que ha generado hasta el punto de provocar la escasez mundial de pintura rosa; la segunda nos brindó un show mediático lleno de peleas y diferencias entre su elenco que provocó que no fuese recibida de la mejor forma a pesar de contar con estrellas como Florence Pugh, Chris Pine y el cantante Harry Style.
Lo cierto es que cada palabra, cada atuendo, cada decisión tomada con relación a una película cuenta y esto puede llevarte a convertirte en la película más esperada o pasar completamente desapercibida en la audiencia.