Existe la mala costumbre de burlarnos de aquello que no entendemos. Durante años, la cultura y la comunidad del cosplay ha estado expuesta a comentarios malintencionados de aquellos que no la comprenden y deciden verla como algo que simplemente merece ser el blanco de chistes. Sin embargo, el cosplay ha tenido su revancha y gracias a la popularización de videojuegos, animes y cómics cada vez son más las personas que deciden iniciar su camino en esta práctica.
Puede que para los que estamos afuera no tiene mucho sentido, pero hay mucho más que vestuarios y maquillajes. El cosplay es una oportunidad ideal para desarrollar nuevas habilidades para el crecimiento personal de aquellos que los practican, pero también abre puertas que sirven para ayudar a las demás personas. Esta cultura ha evolucionado para convertirse en un medio de crecimiento y ayuda, sin dejar de lado, por supuesto, su carácter de entretenimiento.
La popularidad del cosplay se ha expandido por el mundo y prueba de eso son las múltiples convenciones de animes, cómics, videojuegos y más, que les dan la oportunidad a distintos cosplayers de mostrar no solo los vestuarios idénticos a los personajes, sino también las interpretaciones de los mismos que puden ir desde bailes, acrobacias o muestras de talentos propios de ellos.
Por medio de estas competencias no solo se fomenta esta cultura, sino que además se incentiva a los participantes y espectadores a continuar participando por medio de premios que reconozcan el gran esfuerzo que se ha puesto en la preparación de su número, porque como ya mencionamos antes, el cosplay es mucho más que solo un vestuario.
De este modo podemos conocer un poco más a fondo todo lo que conlleva. Desde la creación de un traje, ya sea comprado o hecho por las mismas manos de sus dueños, hasta la preparación de la rutina que se muestra sobre el escenario.
El cosplay ha terminado siendo mucho más grande de lo que imaginábamos. Para algunos es un refugio, para otros un espacio para ayudar a los demás. Sin importar las motivaciones personales y colectivas, el cosplay nos permite dejar nuestra identidad a un lado por un momento y despojarnos de nuestros miedos personales para cambiar de piel y convertirnos en nuestros héroes favoritos.