No importa si prefieres la aventura o simplemente relajarte, el lago de Coatepeque te ofrece distintas actividades que cumplen con ambos gustos, entre ellas el Stand Up Paddle.
No te culpamos si los deportes acuáticos te causan miedo y por eso jamás se te ha cruzado por la cabeza intentarlo. Sin embargo, creemos que hay un deporte con el que puedes empezar para dejar esos miedo atrás y poder disfrutar más tus idas al lago. Nos referimos al Stand Up Paddle (SUP) , pero no nos crean a nosotros cuando decimos que es el deporte perfecto para cualquiera, sino a Josselyn Alabí, atleta nacional de surf especialista en SUP y encargada de Cardedeu Adventure en el Lago de Coatepeque.
Este deporte ha sido considerado uno de los de mayor crecimiento en todo el mundo, y no es para menos si consideramos que es una rama del mismísimo surf, aunque con sus propias sub-clasificaciones. Desde el SUP Surf que te permite moverte entre las olas, la modalidad Race que requiere de velocidad, hasta las más tranquilas como Touring y Yoga.
Ahora bien, la idea de pararnos en una tabla, mantener el equilibrio y de paso remar para poder desplazarnos, suena indudablemente aterrador, sin embargo, Josselyn asegura que 20 minutos bastan para aprender a ponernos en pie y empezar a convertirnos en expertos del SUP.
Aunque este deporte puede practicarse en el mar, canales y ríos, nuestra instructora recomienda empezar en el lago. Esto debido a las condiciones que nos ofrece este lugar. No solo porque el agua suele ser más tranquila y no tenemos que preocuparnos por la marea o fuertes corrientes, sino también porque la brisa tiende a ser más suave.
Pero, ¿por qué este deporte es perfecto para todos? La respuesta es sencilla. Porque somos nosotros mismos los que decidimos la intensidad con la que queremos practicarlo. Así como puede servir para exigirnos y retarnos, también es ideal para relajarnos y disfrutar de las vistas y el ambiente que el lago nos ofrece.
Nuestra recomendación: no lo pienses mucho y atrévete a practicar Stand Up Paddle de la mano, por supuesto, de nuestra amiga Josselyn Alabí y todo el equipo de Cardedeu Hotel.