Aunque podemos encontrar olas en todas las costas del planeta, te aseguramos que no hay nada como las olas de la costa salvadoreña.
Para nada es un secreto que a lo largo de los más de 300 kilómetros de costa salvadoreña se encuentran playas únicas y excepcionales para practicar surf. La geografía ha bendecido a El Salvador con olas que no se ven en ningún otro rincón del planeta.
Es la misma geografía la que hace de este país el poseedor de la ola más anhelada por los surfistas: la ola derecha. Pero, ¿qué hace a este tipo de ola tan especial? Tal y como su nombre lo dice, este tipo de ola rompe del lado derecho del surfista que decide encararla y no se encuentra en todos lados, o por lo menos, no con la calidad y perfección que consigue en las costas salvadoreñas.
De acuerdo con Francis Hasbún, experto surfista salvadoreño, son varios factores los que influyen para que El Salvador pueda ser el hogar de esta impresionante ola. Entre ellos se encuentra su ubicación geográfica. A diferencia de la mayoría de países del continente americano con costa al Pacífico, El Salvador tiene su costa en dirección al sur, lo que provoca que reciba los oleajes de forma directa sin tener que desviarse.
Por otro lado, las cordilleras del Bálsamo y Jucuarán-Intipucá forman una falla geográfica. Según Hasbún, la combinación de ambos elementos, junto al clima y el fondo de piedra volcánica, dan como resultado una ola consistente, con cuerpo y de larga duración. En pocas palabras: una ola perfecta.
Encontrarla en nuestro país no es nada difícil. Desde sus playas más conocidas como Punta Roca (una de las mejores 10 olas derechas de todo el mundo), El Tunco, El Zonte, El Sunzal y Mizata, hasta aquellas que no han terminado de ser exploradas como Las Flores y Punta Mango.
No importa cuál de los 321 kilómetros de costa escojas, es probable que seas testigo de una ola como muy pocas en todo el mundo.