No podemos negar que las fresas son una de las grandes favoritas de todos y en Chalatenango lo saben mejor que nadie.
Chalatenango es sin duda uno de los grandes destinos turísticos de El Salvador. Su geografía lo ha bendecido con paisajes montañosos y un clima fresco ideal para escapar de la ciudad. Sin embargo, este departamento ubicado al norte de la capital cuenta con las condiciones perfectas para la producción de ciertos cultivos, siendo las fresas su gran estrella.
La popularidad de esta fruta en la zona solo ha ido en aumento con el pasar de los años, hasta el punto de convertir a “La casa de la fresa” en uno de sus principales atractivos. Este lugar no solo le permite a los turistas observar de cerca la producción de fresas, sino que además ofrece hospedaje y una oferta gastronómica especial. Pero, vamos por partes, ¿por qué Chalatenango y no otro lugar?
Tal y como se le conoce popularmente, las fresas pertenecen a los denominados “frutos del bosque”. Si bien es un tipo de fruta que se adapta a distintos entornos debido a sus distintas variedades, hay ciertas condiciones que influyen en la calidad de la cosecha. Entre ellas se encuentran temperaturas frescas que ayudan a su germinación, suelos húmedos y luz solar. Debido a su altitud, Chalatenango reúne estas características garantizando fresas exquisitas y de alta calidad.
Pero las condiciones externas no son las únicas responsables de este éxito. La Casa de las Fresas pone especial cuidado en la siembra de las mismas, por lo que no hacen uso de fertilizantes químicos o pesticidas. En su lugar, optan por una mezcla de sales naturales que ellos mismos elaboran, la cual lleva elementos como calcio, zinc, fósforo, boro, potasio y magnesio. Asimismo, fertilizan la tierra con cáscaras de café, melaza, cascarones de huevos y otros elementos naturales.
Como resultado de estos esfuerzos tenemos fresas llenas de sabor como ninguna otra. Este éxito ha llevado a este lugar a experimentar con nuevas experiencias, especialmente culinarias, ofreciendo a sus visitantes atoles, licuados, postres y, por supuesto, la incomparable pupusa de fresa. Si eres amante de la aventura, el clima fresco y las fresas, este lugar es un destino que sí o sí debes visitar.