Regalar un postre o una galleta es dar un instante de alegría. Es una forma accesible, hermosa y sincera de expresar afecto durante esta época que invita a compartir.
Los regalos que más recordamos suelen ser aquellos que despiertan emociones. Y pocas cosas consiguen hacerlo tan bien como un postre o una galleta. Y es que, para muchos, regalar algo dulce es una forma de decir “pensé en ti en cada momento”. Por ello, en Navidad, época en la que compartimos, agradecemos y celebramos; los obsequios comestibles ocupan un lugar especial, son accesibles, encantadores y, sobre todo, capaces de crear recuerdos únicos alrededor de la mesa.
Con esa misión surgió “Brillé”, un emprendimiento de repostería creado por dos amigas salvadoreñas, Sara Hernández y Cinthya Carrillo, quienes, tras atravesar una crisis personal, buscaron juntas una manera de salir adelante. Recuerdan que, en medio de una plática, un café y un pan dulce, se dieron cuenta de que podían transformar ese momento difícil en algo que compartiera luz con los demás.
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“Nosotros somos muy creyentes, así que para tomar una decisión también teníamos que pedirle la dirección a Dios. Entonces, ese día le dijimos ‘Dios, si es tu voluntad que nosotros hagamos este emprendimiento, danos una señal, una confirmación’, y ese día se vino un diluvio tan fuerte y fue como ‘la lluvia no todo el tiempo tiene que significar algo malo’. Así que era la señal que necesitábamos de parte de Dios”, comenta Sara, de 23 años.
Los primeros postres que elaboraron fueron probados por quienes más confían en ellas: sus padres. Luego vinieron los amigos, y más tarde la prueba decisiva: un pequeño puesto en su iglesia. En menos de tres horas, vendieron 22 postres. Ahí es donde confirmaron que con dulzura y trabajo podían llegar lejos. Desde entonces, Brillé se convirtió en una forma de agradecer, de compartir, de conectar con los que aman los sabores dulces.
“Hemos ido mejorando y perfeccionando el producto, y gracias a Dios ha sido bastante aceptado en nuestra comunidad y entre nuestros amigos”, resalta Cinthya Carillo, de 20 años.
Galletas navideñas
Para esta temporada, las jóvenes artesanas han preparado una variedad de diseños que capturan la esencia navideña en su forma más dulce. Entre sus opciones más solicitadas se encuentran: galletas en forma de árbol, decoradas con luces y estrellitas; renos y Santa, que se convierten en los favoritos de niños y adultos; estrellas y bastones de caramelo, perfectos para recordar la tradición; personajes temáticos que añaden diversión y un aire festivo a cualquier ocasión; mini postres para convivios, cupcakes temáticos y bocaditos que alegran cualquier mesa.
“Creo que los mejores momentos son cuando uno comparte un postre y un café, porque ahí surgen las mejores pláticas y risas. Lo digo porque así surgió nuestro emprendimiento, en un momento de un café y un pan dulce, por eso para nosotros es muy significativo”, detalla Cinthya.
La variedad que ofrecen también refleja esa intención de llegar a distintas mesas y gustos, ya que, además de las galletas navideñas, preparan cookies, alfajores, tartaletas, tres leches, mini cakes, donas, pan de zanahoria y cheesecakes, cuyos precios accesibles están pensados para que nadie se quede sin un detalle dulce. Incluso han incorporado opciones saladas como flautas, cachitos y pizzas, ideales para cenas o convivios.
“El cheesecake tradicional cuesta $2.25 y el de oreo cuesta $2.50. También tenemos la promoción de los alfajores grandes a $0.60 por unidad y tenemos la promoción de tres alfajores pequeños por $1. También tenemos las tartaletas minis a 2 por $1.25 y las grandes a $1.50. Asimismo, las galletas que están a $0.75 y $1. Ofrecemos tres leches de $1.35 y $1.50. entre otros postres”, revela Sara.
Sus postres y galletas decoradas son la opción perfecta para quienes buscan regalos personalizados o complementos para cenas y convivios. Además, son ideales para colocar en la mesa navideña, obsequiar a compañeros de trabajo o enviar como un gesto de cariño a familiares que no veremos durante las fiestas de fin de año.
Según Cinthya, “el objetivo de Brillé es compartir, ya que compartir un postre trae dulzura, alegría y ese sabor que uno desea en un momento amargo. Entonces, para mí compartir un postre o una galleta en Navidad es dar alegría, tranquilidad y amor, porque cuando uno tiene un postre y algo de tomar se siente bien tranquila y relajada”.
Todo lo hacen con la misma dedicación con la que iniciaron: pedidos frescos, entregas responsables y una atención cercana que busca que cada persona se sienta bien atendida. Y aunque hoy funcionan desde redes sociales, en Instagram como @brillee.sv y por WhatsApp al 7368-2434, sueñan en grande. Su visión es tener un local propio donde la gente pueda sentarse, tomar un café y compartir un postre sin prisa, justo como nació la idea que unió su camino.
Hoy en día, Brillé es un claro ejemplo de que a veces lo más sencillo es lo que más conecta. Una galleta decorada a mano puede convertirse en un símbolo de agradecimiento; un pequeño postre, en el puente hacia una conversación que hacía falta.
Por eso, este año, si buscas un regalo que tenga un significado auténtico, que hable con sinceridad, que lleve un poco de luz a alguien que aprecias, quizá lo encuentres en algo tan especial como en una cajita de postres preparada por dos amigas que aprendieron a brillar compartiendo.
