Relajarnos no siempre tiene que ir de la mano con la actividad física, sesiones grupales o salir de casa. Dentro de la cotidianidad también podemos encontrar actividades y momentos para tomar un respiro.
Somos humanos y buscar momentos para relajarnos y desconectarnos de todo lo que nos rodea es necesario. Muchos nos recomiendan meditar, ir al gimnasio o hacer yoga. Pero, seamos sinceros, no siempre contamos con el tiempo para inscribirnos en un gimnasio o en una clase de yoga, incluso cuando existe la opción de hacerlo desde casa, no siempre son la mejor opción para desestresarnos.
Es por ello que hemos pensado en algunas actividades que, sin necesidad de complicarnos demasiado, nos recargan de energía y hacen que nos desconectemos de todo.
Tiempo con nuestras mascotas
Todos aquellos que contamos con la dicha de poder tener una mascota sabemos que el tiempo con ellos es, sin ninguna duda, el mejor momento del día. Y no es para menos, un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos ha comprobado que la convivencia con una mascota ayuda a disminuir los niveles de estrés, mejora la salud del corazón e, incluso, ayuda a desarrollar nuevas habilidades sociales. En tiempos difíciles, nada que una perruno/gatuno terapia no puedan resolver.
Una cita contigo mismo
Aunque pueda ser un poco intimidante, salir solo es una gran alternativa no solo para distraerte, sino para relajarte y bajar un poco el estrés. Piénsalo bien, ¿quién mejor que tú para saber qué cosas y cómo te gustan? Puedes organizar una salida con aquellas actividades que disfrutes, ya sea ir al cine, comer en tu restaurante favorito o caminar en algún parque que te guste. A lo mejor prefieres quedarte en casa y ver tu película favorita por milésima vez sin que nadie te diga que ya la viste. Lo importante aquí es recargarte de energía con cosas que realmente te hagan feliz.
Un buen libro y un tecito
¿Cuántas veces no hemos escuchado que el té es la solución a todos los problemas? Ya sea una gripe, el insomnio o la ansiedad; la solución siempre es una taza de té. Y aunque muchas veces estos remedios dados por nuestras mamás o abuelitas no tengan mucho sentido para nosotros, una taza de té puede hacer maravillas. La experiencia suma puntos si la acompañas de una buena lectura. Esto no solo puede servirte de rutina para conciliar el sueño, sino que también sirve para desconectarnos de la rutina mientras ejercitamos nuestro cerebro con un buen hábito.
Los medios para relajarnos no están escritos en piedra y cualquier actividad que te haga sentir mejor es válida.